13.2.12
Confiar es un acto de valor que sólo puede salir de uno mismo, y si uno mismo se lo permite. Confiar es caminar con los ojos cerrados, incluso cuándo no te llevan de la mano. Confiar es desconfiar de uno mismo para creer un poco más en los otros. Confiar es entregar algo tuyo sin peros ni pretextos, porque la confianza en sí, implica también cuidar y guardar. Confiar es casi como dar amor, solo que en el amor necesitas de tu corazón, y en la confianza todo lo demás. Confiar es dejarse ayudar y reconocer que no podemos hacerlo todo solos. Confiar es creer en la luz dónde reina la oscuridad. Confiar es olvidar las excusas y los prejuicios, incluso sabiendo que nos pueden lastimar.
12.2.12
-Y tú, ¿ Qué quieres ?
-Mmmm, quiero tocar las estrellas, quiero una casa en primera linea de playa, quiero tener un pony...
-No, boba, sabes a lo que me refiero..
-Lo se, lo se
-Pues venga, respóndeme..
-¿Puedes repetirme la pregunta?
-¿Otra vez?
-Sí, venga..
-Esta bien.. Y tú, ¿Qué quieres?
-¿Que qué quiero? Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos, quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reír, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde, que salgas unicamente para verme a mi, que no dejes de lado a tus amigos por mi, que vivas cada día como si fuese el primero, que me digas te quiero cuando lo sientas, quiero vivir un sueño, nuestro sueño.
-Mmmm, quiero tocar las estrellas, quiero una casa en primera linea de playa, quiero tener un pony...
-No, boba, sabes a lo que me refiero..
-Lo se, lo se
-Pues venga, respóndeme..
-¿Puedes repetirme la pregunta?
-¿Otra vez?
-Sí, venga..
-Esta bien.. Y tú, ¿Qué quieres?
-¿Que qué quiero? Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos, quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reír, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde, que salgas unicamente para verme a mi, que no dejes de lado a tus amigos por mi, que vivas cada día como si fuese el primero, que me digas te quiero cuando lo sientas, quiero vivir un sueño, nuestro sueño.
- ¿Te puedo pedir una cosa?
+ Sí, dime...
- No te acostumbres a mí.
+ ¿Cómo?
- Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a cómo te miro o te dejo de
mirar, no te acostumbres a mi cara cuando "me enfado", ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres... enserio.
+ ¿Y eso a qué viene?
- A nada... Simplemente algún día me iré, nuestros caminos se separarán y echarás de menos esas cosas a las que un día te acostumbraste... Y nuestros castillos de arena caerán, dejarán de existir como si nunca hubieran estado ahí, se convertirán en montones de pequeños granos amontonados en una maleta sino fondo, sin sentido, sin mayor existencia que el recuerdo.
+ Sí, dime...
- No te acostumbres a mí.
+ ¿Cómo?
- Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a cómo te miro o te dejo de
mirar, no te acostumbres a mi cara cuando "me enfado", ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres... enserio.
+ ¿Y eso a qué viene?
- A nada... Simplemente algún día me iré, nuestros caminos se separarán y echarás de menos esas cosas a las que un día te acostumbraste... Y nuestros castillos de arena caerán, dejarán de existir como si nunca hubieran estado ahí, se convertirán en montones de pequeños granos amontonados en una maleta sino fondo, sin sentido, sin mayor existencia que el recuerdo.
“No conoces mi voz interna, el latido de mi corazón ni mucho menos mi sentir. Le he cantado al amor y a los buenos sentimientos. Siempre he escrito lo que pienso. He desojado mil rosas, he suspirado en el viento. He llorado por dolor, he perdonado por amor. Guardé una estrella y mil te quieros en mi baúl de los recuerdos. No hubo culpable en esta guerra y si lo hubo no era amor. Cuánto le debo a esta vida que me ha enseñado lo que soy, a caminar sin mirar atrás, a reír y algunas veces hasta llorar. No me ha faltado el valor de gritar a los cuatros vientos todo lo que en esta vida siento, no hay rencor dentro de mí, sólo agradezco lo que fui, si sintiera que algún día me faltara el amor andaría vagando sin subsistir. ”
María Ramírez.
María Ramírez.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)